Dedo en Garra
Se trata de una deformidad digital muy común. Cada día atendemos muchos casos que suelen ir asociados a helomas o callos en la zona dorsal más prominente del dedo deformado, a durezas en el pulpejo con incluso afectación de la uña, a callos interdigitales o a afectación metatarso-falángica de menor o mayor grado. Todas estas patologías producen dolor e incapacidad a la hora de calzarse y de caminar a nuestros pacientes.
En los casos más severos, encontramos lesiones ulceradas recurrentes en las que puede quedar incluso expuesta una porción de hueso o la articulación del dedo.
Mediante tratamientos conservadores como siliconas, ortesis plantares, dispositivos médicos como el “Fix Toe”, vendajes, y/o tratamiento quiropodológico, podemos ir aliviando los síntomas dolorosos y frenando la evolución de la deformidad del dedo en garra. Pero el tratamiento definitivo resolutivo es el quirúrgico.
Se trata de una intervención más o menos sencilla según el caso. Requiere una valoración previa para decidir el abordaje quirúrgico. En general se trata de una cirugía resolutiva banal y de rápida recuperación, que no sólo corrige la deformidad y elimina el dolor, sino que además aporta un beneficio estético.